jueves, 10 de diciembre de 2009

Recuerdos…

Recordó como ese día cambió su vida con tan sólo mirarle desde el último rincón de la sala de clases. Ella era tímida y no se atrevía ni siquiera a saludarle, con suerte le dirigía la mirada y cuando aquella era correspondida, un furioso sonrojo se desataba en sus mejillas para luego sonreír quedadamente.
El chico desde hace tiempo sentía que su corazón latía aceleradamente cuando la divisaba en el salón y se sentía agradecido por sentir aquello, por eso siempre trataba de responder a sus miradas cálidas que la chica le profesaba.

Pero esos no eran más que recuerdos de una adolescencia hermosa…

Un copo de nieve resbalaba suavemente por la ventana, donde ella miraba triste la tormenta que comenzaba desatarse. Miró, sin querer, las nubes. Nubes que tapaban la belleza de la luna que cuya luz que trataba de escapar de la oscuridad, que comenzaba a desencadenarse en su interior


Suspiró.


Él aparecería en esa noche especial, recordando juntos el juramento amor eterno que tendrían por sobre todo los tiempos, problemas y desdichas.
Desvió su vista hacia el árbol de navidad cálidamente adornado con pequeñas luces y figuras graciosas, donde en sus pies se encontraba una pequeña cosa: un regalo. Se levantó del lugar donde se encontraba sentada y se acercó a él. Lo tomó entre sus manos y en su rostro se figuró una sonrisa melancólica.
- Creo que esta navidad tampoco vendrás…- y una lágrima de tristeza resbaló por su mejilla.
Lentamente se dirigió a su habitación, necesitaba descansar un poco; necesitaba… descansar de su dolor.
Le era triste recordar que ya no se encontraba con ella, que si no hubiese ido a aquella guerra aún le tendría para seguir amándole como en los tiempos de la escuela.


Pero no.


El destino quería algo diferente para ella, quería que viviera de aquellos recuerdos hermosos con aquel joven.
Se acostó para tratar de conciliar el sueño, aunque fuese por unas horas y le viera en sueños.
Pero lo que nadie sabía, era que su amado se encontraba vigilando sus sueños desde el mundo de los cielos, y decidió que ya era tiempo… de volverla a tener a su lado.