En tus recuerdos, en tu corazón,
en tus inocentes sueños,
incluso si tus sueños cayeron en un laberrinto, extendiste tus alas.
Incluso el dolor que has experimentado,
los momentos en los que has llorado,
ponlos en tu corazón, sólo reténlos dentro,
y un día serás capaz de sonreír.
Más de 3 años que no ingreso por estos lados. Creo que he estado demasiado contenta como para recordarlo. Pero cada vez que discutimos vuelvo a releer esas palabras que con anterioridad podía escribir con tanta facilidad.