
Y sentí su mirada que se apagaba cada vez que trataba de divisarla...
Su calido aliento, y su sonrisa triste, hizo que mi corazon se encogiera un poco... tan sólo un poco.
Y miré hacia arriba, viendo esas nubes que lloraban amargamente aquella noche de otoño.
No escuchaba nada, solo veía a ella en frente de mi mirada, pidiendo auxilio...
Y puder ver, su alma saliendo de su cuerpo, flotando y resplandeciendo su camino a travéz de las nubes...
No pude olvidar aquel otoño en donde la ví ya muerta, en medio de aquel coche que se interpuso en su camino para regresar a casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario